1/4/07

Una de pendejos y prostitutas


Este post me vino a la cabeza mientras leía una vieja nota. Decidí escribirlo porque es un recuerdo que creí olvidado, nos conviene. Quizás sea gracioso, pero es real, nos pasó a tres amigos y a mi. Usaré nombre falsos para evitar dos cosas: la burla social y la cárcel.
Contexto: noche de viernes. 4 hombres al pedo a eso de las 20 pm deciden ir al casino. Ahora recuerdo que la idea fue de Alan (serán nombres falsos pero tiene onda che), el resto aceptamos. Ahora ya saben que no soy Alan. El resto será en tercera persona.


Una vez en ese loco mundo que frecuentamos con asistencia casi perfecta durante tres meses, Justin, que era el culero designado por el golpe de suerte que tuvo la primera vez (hablamos de $300), se metió en una ronda de la ruleta: primera docena fue la apuesta elegida para los primeros $10 (teníamos $40). La fortuna, que hoy sé que tiene la personalidad de una chica tan linda como traicionera, nos dio la mano y el empujón. Voy resumiendo diciendo que nos dio la mano varias veces hasta que Justin dijo basta: $260 era la ganancia.
¿En qué pueden gastar esa plata 4 pre adultos un viernes por la noche? Seguro que no es en libros. Hubo coincidencia en que merecíamos una cena en lugar top pese a ir vestidos como futboleros recién salidos de entrenamiento. Pasada la cena hubo un bar, luego otro y otro y otro. Tengo que decir que aunque no llovía la noche estuvo muy “regada”. Llegó la hora del boliche, pero 4 pre adultos en pedo ¿qué pueden levantar? Sí, así es, ni los vasos tirados. ¿Entonces? ¿Qué otra cosas pueden hacer a las 4 am 4 pendejos rechazados en un boliche pero con plata en el bolsillo? Sí, así es, el cabaret fue nuestra respuesta.
Alan, Justin, Jonathan y Gari entraron con hambre de gloria a ese lugar. Se nos acercó sólo una linda señorita de tintura de dudosa calidad, pero claro, la plata no alcanzaba ya para cuatro, por eso los dos premiados fueron Justin, por haber sido el que hizo “saltar” la banca, y uno con cara de “yo lo necesito urgente”: Jonathan.
Resulta que a uno de los dos le fue bien y al otro mal, porque se ve que lo bebido tenía mucho más peso que el “ímpetu varonil” y hubo un “amigo” que no quiso “trabajar”. ¿Qué hizo mal la señorita de tintura horrenda? Salir de la pieza y decir al resto de los amigos del infortunado “fueron los $50 más fáciles de mi vida”. Ese dato más la cara del infortunado completaron el resto; las cargadas fueron legendarias y se repitieron en el tiempo.
Parece que el ego del infortunado era muy grande, porque convenció al resto para vengar la afrenta: no entraré en detalles sobre lo que le pasó a la señorita a eso de las 6.30 cuando salió, sólo diré que sigue viva y que su cabello recibió otra agresión más fuerte que la tintura que usaba ella y que volvió a ser visitada una semana después por el infortunado, que la buscó exclusivamente para levantar su honor.
Se sabe que el infortunado no volvió más a esos lugares, pero le quedó una lección: un pendejo borracho y no demasiado experto en las artes del amor no tiene que joder con una profesional del cariño, porque no hay plata que levante la dignidad, aunque ahora existe el viagra…

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5 comentarios:

Anónimo dijo...

ay javi javi supongo que todo esto no es autobiografia no? jajaja no no de eso estoy segura, loa claro antes que te enoje jeje
y bueno che decile a "tu amigo" que siempre hay una primera vez para todo

Javier dijo...

Muy buena la foto de portada de la página.
Hasta la próxima.

Maju dijo...

Alan, Justin, Jonathan y Gari...
Such a name dood!...
Jajajaja...
El resto del comentario me lo guardo para mi^^...
Besote^^...

Mieszko dijo...

El infortunado no seras tu?, claro no lo eras, entre nos pes quien fue eh?
ajajajaja
Las cosas q uno pasa entre amigos se queda ahi, y si sale no son amigos.

Noise leemos

Marlena dijo...

jajaja por los nombres ficticios que elegiste, me imaginé la historia con la cara de los backstreet boys...
De todos modos, fea la actitud de la señorita de tintura dudosa, esas cosas no se cuentan!
Besos punteros ;o)