Es notable, digno de un libro o de una entrevista de Majul, cómo son de diferentes las reacciones a los fríos de invierno (con nevadas incluidas en mi caso) de acuerdo a la edad que tenga el “reaccionario”.
Es indispensable decir que si tenés entre 13 y 17 una nevada te llevará indefectiblemente a lugares tales como un parque, donde junto con amigos tomarás mate saborizado con copos de nieve y gotitas que te caen de la nariz, además de realizar un horrible muñeco de nieve que durará cinco minutos porque el grupito de al lado al parecer tiene un arquitecto níveo que se mandó semejante muñeco. En lo que no te ganarán es en la guerra de bolas de nieve que terminará cuando uno del grupo sea afectado por una contundente bola que se le incrusta en medio de su carita, impacto que le hará descubrir lo que es el frío en serio. Si tenés menos de 13 años te tendrás que conformar con que tu vieja te deje hacer un muñequito en el patio, siempre y cuando llevés botas o te pongñs las viejas y queridas bolsas de nylon en las zapatillas (ahhhh… qué recuerdos…). Si sos un galán en potencia podés agregarle adrenalina a tu muñeco casero invitando a una vecinita a que lo arme con vos.
Si tenés entre 18 y 23 probablemente comentes con los de la facultad o el trabajo lo feo que es laburar o estudiar cuando nieva o hace frío, y al llegar a tu casa harás (bajo secreto de sumario) un muñequito en el patio con tu hermanito/a menor, quien evidentemente no es un galán en potencia si no no estaría haciendo eso con la hermana/o. Como prueba irrefutable de tamaño acto de niñez quedará la foto familiar junto al intento de muñeco, que sólo verá la luz en reuniones familiares o ante amigos íntimos.
Si tenés entre 23 y 30 sólo te queda ver cómo los de menos de 13 se divierten en sus casas o barrios con muñecos guerras de nieve y vecinitas, como los adolescentes secundarios la pasan bomba en el parque y cómo tu vecino de22 se mandó en su casa el mejor muñeco de nieve del barrio, lo que te hace pensar: “Yo los hacía mejores”. Y si encima de tener entre 23 y 30 sos periodista y no sólo no podés hacer lo que ellos hacen sino que encima tenés que hacerles notas y fotos para la típica nota “La nieve lego a la ciudad”, evidentemente te das cuenta que el paso del tiempo no es un cuento de Newtton y dejás esta definición lapidaria en un café con amigos: “El invierno es una mierda viejo, déjenme el verano”.
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14/6/07
El invierno según tu edad
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7 comentarios:
Ves? eso por vivir en lugares con onda, donde nieva y hay paisajes. Acá con las vacas no tenemos esos problemas.
jajaja excelente forma de narrarlo, mi querido Javi! A mí me encanta la nieve, pero un ratito nomás, porque soy friolenta. Así que supongo que yo sería de los dicen "a mí dejenme el verano".
Besos CAMPEONES!!!
No sabés como te envidio!! Aquí en Entre Ríos, jamás llegará la nieve, no sabés lo que daría por ver nevar...
Me encantó este relato casi serio!
Un beso Javi!
jaja que bajón no se... me parecio que el relato es medio triston x añorr la infancia jaja
Oigh, quiero nieve!!
En realidad más que los muñecos de nieve y la nieve outdoors, prefiero dejarla como paisaje del otro lado de la ventana...
Y yo no me quedo con el verano, ni con el invierno.. el invierno con novio ya es otra cosa !!:P
besos,..
mmmm no conozco la nieve :(
(todavia)
besos!
Noooooooooooo, qué nostalgia de mi Mendoza natal! Yo tengo más de treinta e igual hubiera salido a hacer el muñeco! Ponele onda, cheeee!!!!
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