El contra protestas: el contraprotestas es un señor que indefectiblemente debe ser gordo y negrito, así podrá ganarse rápidamente la antipatía de la clase burgués y golpista. Debe forzosamente estar rodeado de cientos de monos tan feos y grandotes como él y de idénticos estudios casi primarios. No es excluyente que haya entrado alguna vez a una facultad a no ser para romper una huelga de la “puta clase estudiantil de Franja Morada, golpista y traicionera”. El contraprotestas odiará las ollas Essen y será criticado desde muchos lados, pero él siempre tendrá un as bajo la manga de la camisa sudada: el celular del ex presidente, que lo llamará cuando las puertas del paraíso se estén incendiando. ¿Cómo reconocerlo? Fácil: en los alrededores de cierta plaza alguna vez del pueblo se lo puedo escuchar gritar a las cámaras que lo siguen como abejas al polen, “la plaza es nuestra la puta que lo parió, la plaza es nuestra la puta que lo parió”.
La turrita quilombera y mediática: Esta especie suele ser vapuleada por sus inexistentes estudios y su aparente sí fácil a la hora de abrirse de gambas, pero en el fondo es una de las especies más adaptadas a la nueva era argentina. La turrita quilombera mediática indefectiblemente deberá ser linda, de no tener la suficiente cantidad de tetas por gracia de la naturaleza deberá pagarlas al precio del mercado o con las rebajas que consiga con el cirujano por métodos privados. La condición de turrita le es innata desde los 9 años o 10 años (11 en caso de maduración tardía) y la de quilombera deberá prevalecer apenas consiga una cámara de TV o un deportista/actor de quien colgarse. Deberá tener buenas articulaciones en las rodillas para poder inclinarse en la posición requerida para llegar al teatro y a programas de TV, si estos puntos anteriores no le son suficientes saldrá a hablar pestes de una compañera para adueñarse de las siestas de la televisión. Tener varios romances y sucesivas peleas, nunca privadas. Hay turritas quilomberas mediáticas que evitan todo lo anterior simplemente haciendo circular un video de sexo casero en Internet.
El cabecita rellena actos, alias $200 + comida: Este ser no tiene rostro ni nombre definido, pero es vital a la hora de grandes actos públicos de ostentación de poder. Este ser viaja en colectivos desde diversas partes del país por la módica suma de $200 más gastos de comida y a la vez sirve para justificar la existencia del oficio más viejo de
Forro, facho y periodista: Esta conjunción de talentos se observa en canales de televisión que practican relaciones carnales con el Gobierno. Su misión será obviar o minimizar actos en contra del patrón, intentar desgastar a los líderes de esos actos rebeldes y hacer las preguntas necesarias a los interlocutores de turno del gobierno amigo. Hay casos en que no se gastan en hacer todo eso, simplemente se la pasan hablando de policiales, deportes y espectáculos (cualquier coincidencia con noticiero de las 13 con un solcito de logo es pura coincidencia de la reverenda casualidad). No digo más, me voy a Cazar 5 Nutrias.
Hibernadores con ansias de fama: Ser adolescente o joven (y por qué no… o grandotes boludos también) cuyo fin es encerrarse meses en una casa pública a someterse a un sinfín de escarnios públicos con el objetivo final de ser famosos y “voltearme minitas” y “que me llame Sofovich”. Requisitos: ------------------
Títere senatore: Legislador que puede pasar años sin hacer algo útil al país y que llegado un momento de votaciones candentes cotiza su voto canjeándolo por apoyo político y/o dinero. En casos aislados hasta es capaz de dar largos discursos en plena sesión.
4 comentarios:
y despues dicen que el kirchnerismo no crea puestos de trabajo...
aunque no podes echarle la culpa a ellos, son empleos muy antiguos algunos ,,,,,,,
Trabajos ARGENTINOS, netamente Argentinos. A veces, me da verguenza ser de este paìs...en fin.
Saludos.
qué bien descrito el mercado laboral argentino! y la real realidad de nuestros días!
Jajaja... creo que esos empleos son un poco universales. Saludos del otro lado del cerro.
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